El presidente del Movimiento Patriótico Libre, el diputado Gebran Bassil, pronunció un discurso al término de la conferencia municipal y electoral organizada por el Movimiento en el hotel Habtoor, en el que se centró en cinco puntos: los resultados de las elecciones municipales y electorales que afectan al Movimiento, el papel y las competencias de los municipios, la ley de empoderamiento de los municipios, la descentralización administrativa ampliada y el desplazamiento sirio.
Primero: Los resultados de las elecciones municipales y optativas en las que participó el Movimiento.
Bassil afirmó que el Movimiento abordó las elecciones municipales con un carácter local y familiar y no las consideró una batalla, pero se sorprendió de que la otra parte hablara de un tsunami. Añadió que el municipio es un lugar para el desarrollo y no para la lucha política.
Señaló que los resultados dieron lugar a una gran presencia del Movimiento Patriótico Libre y presentó los resultados en cifras de la siguiente manera: El partido participó en 479 municipios de un total de 1064 y se presentó en 563 municipios, ganando 142 alcaldías, 1444 miembros municipales y 339 mukhtars entre comprometidos y simpatizantes del Movimiento Patriótico Libre.
En cuanto a las uniones de municipios, Bassil señaló que habían adquirido un carácter político y que en ellas había entrado el dinero de una forma desagradable y descarada que no se ajusta a nuestra sociedad y a nuestra moral. En resumen, Bassil señaló que el Movimiento participó en las elecciones de 21 uniones y ganó en 17 de ellas con alcaldes apoyados por el Movimiento, mientras que las Fuerzas Libanesas ganaron en tres uniones, y dijo: Hay una unión que impugnamos porque nunca aceptamos que la presidencia de la unión de municipios de Jezzine no fuera para David Al-Helo, y se produjo una clara intervención política. Advertimos que el proceso fue claro y que se supone que la sentencia judicial debe ser firme y rápida.
Concluyó el primer punto explicando que el partido se preocupa por su presencia en los municipios para contribuir al servicio de las personas sin distinción, independientemente de su afiliación, y al desarrollo de las localidades, y no a las disputas y conflictos políticos.
Segundo: el papel y las competencias de los municipios
El presidente del Movimiento Patriótico Libre se refirió a una competencia clara en la Ley de Municipios, en su artículo 74, que se refiere a las competencias del presidente del consejo municipal, que son muy amplias.
Aclaró: “Cada presidente debe conocerlas y ser consciente de que, en el ámbito municipal, tiene las mismas competencias que el presidente de la República y no debe temer ejercerlas con justicia y de acuerdo con la ley, ya sea en materia de desplazamiento sirio o de capacidad de desarrollo”.
Bassil también mencionó el artículo 50, que permite a los municipios gestionar los servicios públicos dentro del ámbito municipal, ya sea directamente o por medio de intermediarios, como escuelas, hospitales, dispensarios, instalaciones turísticas y otras instalaciones que pueden generar ingresos para la localidad, ya que se construyen mediante licitación pública y dentro de un pliego de condiciones que establece que la propiedad es de la municipalidad, la gestión del sector privado y el reparto de los ingresos, como es el caso de la municipalidad de Jezzine.
Añadió que, para reforzar la descentralización administrativa que se pide a todos los municipios que apliquen, estos tienen amplias competencias incluso en la ley del agua aprobada en 2020, en la que el diputado César Abi Khalil contribuyó de manera fundamental al añadir el artículo 58, que permite a las instituciones que poseen la exclusividad del agua celebrar un contrato que otorga a los municipios la gestión de las instalaciones hidráulicas.
Tercero: Ley de empoderamiento de los municipios
Bassil señaló que la ley de empoderamiento de los municipios presentada por el Movimiento Patriótico Libre, aunque con un espíritu diferente, se basa en un principio fundamental que es permitir a los municipios establecer libremente las tasas y recaudar los impuestos que consideren adecuados para las particularidades de su ámbito municipal, lo que les garantiza el equilibrio financiero y les otorga un alto grado de independencia financiera. En esta ley, el Movimiento también mencionó las tasas sobre los residuos y la mano de obra extranjera, concretamente los trabajadores sirios, pero esas cláusulas fueron eliminadas por las comisiones parlamentarias y hemos llegado a lo que hemos llegado, lo consideramos incompleto y lo hemos señalado.
Dijo: “Sin embargo, se ha aumentado el contrato de manutención del alcalde y del consejo municipal, se han incrementado las tasas en un 3 % sobre el valor del alquiler y se han duplicado varias tasas fijas para los municipios”. Consideró que era un buen paso adelante, pero insuficiente, y expresó su deseo de que la coalición Líbano Fuerte y el movimiento pudieran continuar por esta vía para reforzar la capacidad de las municipalidades y aumentar sus competencias y su capacidad financiera para que disfruten de independencia y capacidad de desarrollo.
Cuarto: la descentralización administrativa ampliada
Bassil explicó que la descentralización ampliada es un elemento fundamental del Acuerdo de Taif, que pretendía crear consejos locales para el desarrollo regional denominados “consejos judiciales”, elegidos democráticamente, lo que les confería una mayor legitimidad y capacidad para llevar a cabo el desarrollo regional, y tienen un presupuesto independiente para llevar a cabo el desarrollo local necesario y tienen la capacidad de elaborar planes turísticos, económicos, sociales, culturales y de otro tipo, y tienen autoridad y deben tener independencia financiera y autoridad para gestionar de forma limitada servicios públicos como los residuos y el agua.
Bassil considera que la descentralización es una clave fundamental para la reforma del Estado, ya que supone un cambio cualitativo en la gestión de los asuntos de la población, que hoy en día es rehén del sistema centralista, temeroso de perder el control sobre los asuntos de la población y la naturaleza de su gestión. Aquí entra en juego el factor político, y por eso vemos cómo el fondo municipal independiente se ha abstenido siempre de llevarla a cabo, a pesar de su capacidad para hacerlo, porque es un tema de chantaje político.
Continuó diciendo que la negativa a aprobar la descentralización por ley después de 73 sesiones parlamentarias es una expresión de una voluntad política inexistente. Consideró que la descentralización reafirma la unidad del Estado y es una medida administrativa alejada de la división que confirma que la centralidad del Estado se basa en la defensa, la política exterior y las finanzas, y limita la influencia de los enfrentados, ya sea mediante el control de las decisiones centrales o de las locales.
Añadió: “Si queremos un desarrollo equilibrado, ningún libanés debe seguir temiendo la descentralización administrativa”, y afirmó que describirla como algo que otorga privilegios a unas regiones que pagan más que otras es inexacto, ya que cada región del Líbano tiene sus propias características y particularidades, así como recursos de los que carece. y que, al aprobar la descentralización, los recursos vuelven al Consejo Judicial, además de a los municipios.
Bassil añadió: “Entiendo que haya desacuerdo sobre el porcentaje de recaudación entre el gobierno central y los consejos locales, pero eso no debe impedir la aprobación y aplicación de la ley como experimento y, posteriormente, su corrección, al igual que en el resto de países del mundo, donde se prueba la ley y luego se corrige. Sin embargo, la obstrucción política deliberada para impedir la aprobación de esta ley provoca un retroceso en el desarrollo y impide un crecimiento equilibrado.
Bassil afirmó que el Movimiento Patriótico Libre, que cree en un Líbano unido, es un movimiento a favor del crecimiento equilibrado y cree que la única vía hacia el crecimiento es la aprobación de una descentralización administrativa ampliada.
Quinto: el desplazamiento sirio
En este contexto, Bassil señaló que la posición del Movimiento respecto al desplazamiento se deriva de un único trasfondo, que es el interés nacional, y no del rechazo al extranjero ni del rechazo al otro. Añadió que el preámbulo de la Constitución rechaza el asentamiento, mientras que el desplazamiento sirio y el refugio palestino constituyen hoy en día una de las facetas del asentamiento existente. No se puede hablar de un retorno gradual, ya que cada mes que pasa consagra la presencia ilegal de los sirios como resultado de la adaptación a una realidad determinada. Dijo: “Hemos mantenido correspondencia entre el Ministerio de Asuntos Exteriores libanés, la embajada siria y la embajada libanesa con los organismos competentes en Siria”.
Bassil consideró que el tema es puramente la preservación de la identidad libanesa y se dirigió a los alcaldes diciendo: “No se puede apostar por un plan centralizado presentado por el Gobierno libanés con respecto al desplazamiento, ya que ha demostrado ser espectador e incapaz de tomar cualquier decisión efectiva, y lo máximo que puede hacer es acompañar el retorno”.
Añadió: “La espera no sirve de nada, ya que cada municipio tiene la autoridad que le permite actuar en este ámbito, por lo que hay que confiar en los municipios, que tienen amplias competencias y no deben temer ni al derecho internacional ni al libanés, ni a las competencias que los municipios pueden ejercer en este contexto”.
Continuó diciendo que los municipios pueden hacer muchas cosas sin enfrentarse a los trabajadores, y explicó: Como mínimo, pueden obligarlos a registrarse y verificar su residencia, su trabajo y sus desplazamientos dentro del término municipal, y el alcalde dispone de todas las condiciones para impedir la presencia de cualquier ciudadano sirio que resida en territorio libanés de forma ilegal, lo cual no tiene que ver con las fronteras, sino con la expulsión de los desplazados ilegales del término municipal.
Bassil afirmó: “En defensa de la lógica patriótica soberana que vela por la identidad libanesa, recuerdo el Convenio de Ginebra, que establece que la protección jurídica del refugiado finaliza cuando desaparecen los motivos del asilo, y esto basta para afirmar que hoy en Siria ya no hay guerra ni un régimen al que oponerse, ni sanciones económicas que impidan a los sirios regresar a su país, mientras que es Líbano el que sufre un bloqueo económico que no permite a los libaneses emigrar ilegalmente a otros países.
Añadió: “Cuando vemos que en Alemania se está procediendo a la deportación forzosa de ciudadanos afganos, ningún país europeo con un historial en materia de derechos humanos puede imponer al Líbano cómo debe tratar el tema de los desplazados sirios, sobre todo teniendo en cuenta que el 80 % de los desplazados sirios residen en territorio libanés de forma ilegal y que, por lo tanto, cuando el 76 % de los desplazados dice que no quiere volver, esto constituye una gran crisis existencial que requiere una solución inmediata.
Dijo: “El ayuntamiento puede, de forma inmediata, en unos pocos meses, dar un plazo para registrarse y, a continuación, iniciar los trámites para expulsar a los que están en situación irregular del término municipal”. Bassil insistió en que ningún país del mundo puede juzgar al Líbano en materia de derechos humanos o capacidad de acogida, ya que ningún país del mundo puede acoger a 250 desplazados por kilómetro cuadrado en su territorio, y añadió: “Somos un pueblo único en el mundo, queremos quedarnos en nuestra tierra.”
Dado que Estados Unidos, con Donald Trump al frente, surgido del movimiento MAGA, es el mayor patrocinador del sistema internacional actual, Bassil citó la visión de ese movimiento sobre la inmigración ilegal con tres puntos que también se aplican al Líbano:
– Un Estado que no es capaz de proteger sus fronteras es un Estado que, tarde o temprano, perderá su identidad.
– La humanidad no debe prevalecer sobre la idea de la supervivencia del Estado.
– No hemos aceptado cambiar nuestra identidad a través de la inmigración ilegal.
Bassil dijo: “Aquí estamos conscientes de que la inmigración legal, tal y como ocurre en el Líbano, está cambiando la identidad del país y nos despertamos para descubrir que más de la mitad de nuestra población ya no es libanesa, mientras que más de la mitad de los libaneses emigran al extranjero y pierden su identidad. y la ley de recuperación de la nacionalidad no se aplica intencionadamente por parte de las autoridades libanesas, que han dejado de firmar los decretos que otorgan la nacionalidad libanesa a quienes tienen derecho a ella según la ley aprobada.
Bassil concluyó diciendo: Hoy en día, nuestra patria se enfrenta a una situación nada sencilla, y los ayuntamientos y los alcaldes deben ser conscientes de que tienen la responsabilidad de preservar la identidad libanesa, que se ve amenazada porque la población autóctona emigra al extranjero debido a las políticas adoptadas en el país y en los países vecinos, y porque, debido a las conspiraciones contra el país y la región, entra en el Líbano una población que no es autóctona, lo que cambia la identidad del Líbano, y ese es el verdadero peligro para nuestro país.
Y continuó: “Por eso, confiamos en los municipios y estamos con ustedes a través de los talleres y sus esfuerzos”.
A continuación, Bassil dio las gracias a los ponentes y organizadores, y expresó su especial agradecimiento al presidente Michel Aoun por ser el padre de la identidad libanesa.