El bloque “Líbano Fuerte” ha mantenido su reunión ordinaria presidida por el diputado Gebran Bassil y ha debatido en detalle las circunstancias de la agresión israelí contra Líbano y sus repercusiones y ha emitido la siguiente declaración:
1- El bloque condena la guerra abierta llevada a cabo por el ejército enemigo, mientras que los objetivos de la ocupación se revelan cada día, sobre todo la amenaza de ocupar una parte de las tierras del sur y el desplazamiento de un gran número de la población del sur, del sur del Dahieh y de la Bekaa para imponer un nuevo hecho consumado que crearía problemas artificiales entre los libaneses.
Por ello, el bloque advierte de que existen peligrosos planes dirigidos contra el Líbano, su pueblo y su tierra.
2- La guerra israelí tiene como objetivo al Líbano en su conjunto, no sólo a Hezbollah, y por ello el bloque llama a darse cuenta del asunto impidiendo cualquier plan para aislar a cualquier equipo libanés, sea cual sea el nivel de desacuerdo con él, a causa de sus opciones políticas.
El bloque constata la gravedad de atentar contra civiles a gran escala ante un mundo silencioso.
3- Al tiempo que enfatizamos nuestra posición de rechazo a la implicación en la guerra de Gaza, y sabiendo que con ello no se consiguió ningún beneficio, no perdemos de vista el hecho de que Israel no necesita ninguna justificación para atacar el Líbano, ya que en primer lugar tiene ambiciones históricas en el Líbano.
Por lo tanto, el bloque rechaza categóricamente la declaración israelí de que la frontera norte de la entidad llega hasta el río Litani y pide a las Naciones Unidas que denuncien esta posición.
4- El Bloque considera que la protección del Líbano sólo puede lograrse mediante la existencia de un Estado de pleno derecho, es decir, una autoridad encabezada por un presidente, por lo que la agresión israelí debería ser un incentivo para acelerar la elección de un presidente y no un motivo de retraso, que es una responsabilidad compartida por todos los libaneses.
5- El Bloque elogia el decreto de amnistía general dictado por el presidente Bashar al-Assad para los delitos de deserción y faltas cometidos antes de este mes de septiembre, y lo considera una nueva oportunidad para activar el retorno de los desplazados sirios a su país, que ahora goza de estabilidad y seguridad.
Este decreto elimina uno de los principales pretextos utilizados por la comunidad internacional para justificar sus planes de asentar a los refugiados sirios e integrarlos en la sociedad libanesa, y exige a todas las autoridades y organismos implicados que le den seguimiento para activar el retorno, al tiempo que subraya que la guerra agresiva emprendida por Israel contra el Líbano no debe hacernos olvidar a todos los libaneses el seguimiento de esta cuestión existencial.